25 años de la muerte de Stanley Kubrick y todavía nadie entiende el error que los Premios Oscar cometieron contra él

Stanley Kubrick, director excéntrico, solitario y único, es autor de una filmografía inigualable, un tesoro dentro de la historia del séptimo arte y cuyo reconocimiento fue incomprensiblemente olvidado por los Premios Oscar.

POR FERNANDO SÁNCHEZ / FOTOGRAMAS

Se cumplen 25 años del fallecimiento del genial director de cine Stanley Kubrick, quien es recordado por haber filmado algunas de las películas más icónicas del siglo pasado como ‘Espartaco’ (1960), ‘2001: Una odisea del espacio’ (1968) o ‘La naranja mecánica’ (1971), así como por su etiqueta de visionario del celuloide, gracias a la cual logró imponer un estilo único y reconocible que lo convirtió en su propio sello personal.

Kubrick se destacó durante su juventud como una persona introvertida y taciturna. Rara vez se relacionaba con sus compañeros de clase y habitualmente obtenía suspensos en sus calificaciones. Durante su adolescencia, recorría la ciudad de Nueva York tomando fotografías con su cámara Leica III, hecho que finalmente desembocó en un empleo como reportero fotográfico para la revista Look cuando todavía cursaba la secundaria.GETTY IMAGESPublicidad – Sigue leyendo

Antes de cumplir la veintena, comenzó a sentirse atraído por el cine, y rodó algunos cortometrajes que fueron vendidos a la RKO Pictures y que le reportaron escuetos beneficios. Su primer largometraje fue ‘Miedo y deseo’ (1953), película que sacó adelante él mismo gracias al préstamo de algunos familiares y conocidos y que se exhibió en salas comerciales. Pese a ello, Kubrick no quedó del todo satisfecho con su debut cinematográfico y años más tarde trataría de comprar todas las copias de la cinta para su destrucción definitiva.

Durante mediados de la década de los 50 conoció durante una partida de ajedrez al productor de la NBC y a la postre director y guionista de cine, James B. Harris, con el que se asoció en lo que sin duda supuso un gran paso en la profesionalización de sus películas. Con él, sacaría adelante su primer gran proyecto, ‘Atraco perfecto’ (1956), un filme noir sobre el asalto por parte de un grupo de atracadores a un hipódromo y que contaba en el reparto con actores reconocidos como Sterling Hayden.GETTY IMAGES

Stanley Kubrick, la leyenda

A partir de ese momento, Kubrick se fue erigiendo como uno de los mejores directores de la historia del séptimo arte gracias a películas como ‘Senderos de gloria’ (1957), que versaba sobre los horrores de las trincheras en la Primera Guerra Mundial desde una perspectiva antibelicista, o la anteriormente citada ‘Espartaco’, un drama épico en el que Kubrick pudo reunir a un fabuloso reparto encabezado por un Kirk Douglas en su máximo esplendor y que le reportó por vez primera seis nominaciones a los Premios de la Academia, obteniendo cuatro premios, entre el que destaca el Oscar a Mejor actor de reparto a Peter Ustinov en su recordado rol de Léntulo Batiato. También fue destacable la adaptación a la gran pantalla de la novela del escritor ruso Vladimir Nabokov ‘Lolita’ (1962), protagonizada por James Mason, Sue Lyon y el comediante Peter Sellers. El guion de la película, escrito por el propio Nabokov, fue nominado al Oscar en la categoría de Mejor guion adaptado, pero el premio se lo llevó finalmente Horton Foote por su trabajo en ‘Matar a un ruiseñor’ (1962).GETTY IMAGES

Con la consolidación de su carrera, el excéntrico director comenzó a tomar decisiones drásticas para focalizar todo su talento en la filmación de sus películas. Su carácter solitario le hizo fijar de manera definitiva su residencia en Londres para poder escapar de la ruidosa y caótica vida de Los Ángeles. Su método en la dirección fue volviéndose más controlador y perfeccionista de manera progresiva, tratando de controlar de manera meticulosa todos los detalles de la producción.

Tras ‘¿Telefono rojo? Volamos hacia Moscú’ (1964), una divertida sátira que retrata la incomprensible escalada bélica que tiene lugar en plena Guerra Fría, Kubrick estrenó una de sus películas más icónicas, ‘2001: Una odisea del espacio’ cuya simetría en los planos, su profunda carga simbólica y su trasfondo filosófico le situó como un virtuoso del cinematógrafo, pudiendo además obtener el único Oscar de toda su carrera a título personal en la categoría de Mejores efectos visuales.GETTY IMAGES

A comienzo de los 70, Kubrick estrenó la que posiblemente sea la película más controvertida de toda su trayectoria, ‘La naranja mecánica’ (1971), adaptación de la novela de Anthony Burgess que cuenta en clave distópica las fechorías de un grupo de jóvenes cuyo principal hobby radica en practicar la violencia. El debate que se generó entorno a la necesidad de censura en este filme ocupó las portadas de los principales medios de comunicación. El revuelo fue tan grande que sirvió como campaña publicitaria de una película cuyo gran éxito en taquilla derivó en la cesión por parte de la Warner Bros. a Kubrick del control total de sus filmes. La película no pasó desapercibida para la Academia de Hollywood, que la nominó en cuatro de las categorías principales, de las que no consiguió ni un solo premio en un nuevo y desilusionante paso del director neoyorquino por la alfombra roja de los Oscar.GETTY IMAGES

Con el drama de época ‘Barry Lyndon’ (1975), el realizador pudo ofrecer su visión más pictórica gracias a un filme que una vez más consiguió cuatro de los siete Oscars a los que aspiraba, pero todos ellos en categorías irrelevantes. Le siguió ‘El resplandor’ (1980), adaptación de la novela homónima de Stephen King en la que destacaron las imágenes bizarras y las fabulosas interpretaciones de Shelley Duvall y un enloquecido Jack Nicholson. Como nota curiosa, el director se encargó personalmente de seleccionar a los actores de doblaje en todos los idiomas, lo que supuso una nueva muestra de su maniática tendencia al perfeccionismo.Publicidad – Sigue leyendo debajo

El crepúsculo de un dios

Sus últimos filmes fueron ‘La chaqueta metálica’ (1987), un díptico que centra la acción en un rígido centro de reclutamiento que forma a los soldados que más tarde serán enviados a luchar en Vietnam, y ‘Eyes Wide Shut’ (1999), una críptica y misteriosa película protagonizada por la entonces pareja de moda en Hollywood, compuesta por Tom Cruise y Nicole Kidman, que trata sobre una sociedad secreta entregada al sexo desaforado. Tan solo cuatro días después de entregar a la Warner Bros. el montaje final de su último trabajo, el director sufrió un ataque cardíaco que le llevó a la tumba a la edad de 70 años. Su particular carácter paranoico, así como su implacable meticulosidad en el set de rodaje fueron las señas de identidad de uno de los directores más influyentes de la historia del cine.WARNER BROS.Publicidad – Sigue leyendo debajo

Si bien la sombra de Kubrick fue alargada y su filmografía es cuestión de estudio en las escuelas de cine, su trayectoria no fue debidamente recompensada en el circuito de premios cinematográficos. Aunque algunas de sus películas recibieron varios Premios de la Academia, la gran mayoría de estos reconocimientos pertenecieron a categorías menores de índole técnica y jamás se alzaron con ninguno de los premios principales. Varios de sus filmes más célebres como ‘El Resplandor’ o ‘Eyes Wide Shut’ fueron completamente ignorados en los Oscar al no recibir ni una sola nominación. En las categorías de Mejor película, Mejor director y Mejor guion, tanto original como adaptado, Stanley Kubrick recibió doce nominaciones durante su trayectoría, pero de manera incomprensible jamás pudo conseguir ningún premio en una nueva muestra de la difamación que en algunas ocasiones los Oscar cometen contra algunos de los tótems del séptimo arte.