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«Como tiburones a un herido»: así podría ser la pelea por la petrolera que quiere privatizar Milei
La intención del presidente electo argentino, Javier Milei, de privatizar la petrolera estatal YPF desconoce «el contexto que atraviesa el mundo en materia energética», dijo a Sputnik el experto Moisés Solorza. Para el analista, Milei entregará la firma a corporaciones de EEUU que «se la disputan como tiburones a un herido en el océano».
La privatización de la petrolera estatal argentina YPF sería «un gran error» que dejaría al país sudamericano sin uno de sus principales recursos estratégicos, dijo a Sputnik el experto en temas energéticos, Moisés Solorza.
Al día siguiente de haber ganado las elecciones, Milei ratificó su voluntad de volver a privatizarla, tal como había sucedido en 1992, durante el primer Gobierno de Carlos Menem (1989-1999). El presidente entrante argentino aclaró, de todos modos, que no será una acción a corto plazo, ya que «primero hay que recomponerla» de los malos resultados económicos de los últimos años.
«Creo que es un error enorme y una contradicción tremenda iniciar un proceso de desprendimiento y privatización de una empresa estratégica del Estado argentino y que tiene enormes posibilidades con el yacimiento de gas Vaca Muerta, los yacimientos offshore y el crecimiento que la empresa ha tenido a lo largo de estos años, más allá de algunos errores», sostuvo Solorza.Para el experto, la idea de Milei desconoce «el contexto que atraviesa el mundo en materia de energía». En ese sentido, mencionó cómo la provisión de energía se ha vuelto «uno de los centros neurálgicos de la economía europea«.
Solorza enfatizó que, al eliminar la participación estatal en YPF, Argentina pierde «soberanía energética», ya que el Estado argentino «dejará de tener certeza y seguridad» sobre la producción de la compañía. «El Estado no puede asegurar lo que pasaría a manos de un privado», sostuvo, señalando que, bajo estricto control privado, podría darse «un vaciamiento de los yacimientos» con la única finalidad de exportar lo producido sin tener en cuenta las necesidades del país en materia de petróleo y gas.
Nacida en 1922, YPF (cuya sigla proviene de Yacimientos Petrolíferos Argentinos) se encarga desde su creación de la explotación de los yacimientos de petróleos ubicados en la Patagonia argentina, en el sur del país. La compañía, fundada durante el Gobierno del presidente Hipólito Yrigoyen (1916-1922), es considerada la primera petrolera estatal en el mundo en ocuparse no solo de explotación, sino también de la distribución y comercialización del combustible.
La compañía fue golpeada por los malos resultados y la mala gestión en la segunda década del siglo XX y finalmente fue privatizada por Menem en 1992, que convirtió a la firma en una sociedad anónima y vendió la mayoría de las acciones a fondos de inversión extranjeros primero y en 1999 a la española Repsol, que adquirió el 83,24% y la gestión hasta la estatización en 2012. Ese año, el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015) decidió la expropiación de la petrolera, pagando 5.000 millones de dólares por el 51% de las acciones, según el valor de mercado de ese momento.
En la actualidad, la empresa divide sus acciones en cuatro clases, reservando porcentajes menores al 1% para las provincias y un fondo de empleados de la empresa. Además del 51% estatal, el restante 48% de las acciones cotizan en las bolsas de Buenos Aires y de Nueva York, donde pueden ser adquiridas por particulares y fondos de inversión.
El lunes 20, al día siguiente de la elección, las acciones de YPF ofrecidas en Wall Street tuvieron un aumento de precio mayor al 40% como consecuencia de la victoria de Milei y su anuncio de privatización. Para Solorza, el incremento se explica por el interés de corporaciones por hacerse de un recurso clave para Argentina.
«Las acciones vuelan porque se están disputando la empresa como en el océano los tiburones se disputan a alguien herido. En este caso el herido no es ni más ni menos que YPF, Vaca Muerta y las áreas que tiene concesionadas», ilustró el especialista.
Solorza dijo no tener dudas de que entre los mayores interesados por quedarse con la petrolera argentina estarán empresas estadounidenses. «Milei ya dijo claramente que EEUU e Israel son sus socios estratégicos, por lo que no me cabe duda de que va a apuntar al músculo de la inversión extranjera estadounidense como un sector privilegiado para hacerse con la empresa de bandera», pronosticó.
El experto recordó que YPF no solo cuenta con Vaca Muerta, uno de los mayores yacimientos de gas de lutita del mundo, sino también una participación «muy codiciada» en el mercado argentino con los negocios de exploración y explotación de petróleo, refinería y una red de estaciones de servicio. Por si fuera poco, la compañía participa desde 2021 en la explotación de litio, otro recurso estratégico abundante en Argentina.
«Es un negocio monumental en el contexto global y nacional que se vive», sentenció el experto.
En sus primeras apreciaciones, Milei aseguró que la privatización no será a corto plazo porque la compañía debe atravesar un proceso de consolidación. Para Solorza, lo que buscará el Gobierno de Milei será «achicar» la compañía con «una ola de despidos y modificaciones de convenios laborales» que harán a YPF «retroceder en el mercado para luego venderla convenientemente».
FUENTE: SPUTNIK