País
El adiós del ministro coordinador que tenía las horas contadas
El comunicado oficial blanqueó las «diferencias de criterios y expectativas» que existían entre el ahora ex jefe de Gabinete y el Presidente. Su reemplazo por Francos se debió a la búsqueda de «mayor volumen político» para el cargo. Los cambios en la AFI y el futuro de la gestión libertaria, en la que Karina Milei concentra cada vez más poder.
Por Melisa Molina / Página 12
Guillermo Francos será el nuevo Jefe de Gabinete en reemplazo de Nicolás Posse, que renunció a su cargo el lunes por la noche. Lo hizo una hora antes de que el presidente Javier Milei, su hermana Karina Milei y el ministro de Economía Luis Caputo partan por casi una semana a Estados Unidos. El primero en publicar la decisión fue Posse: «En el día de hoy, el Presidente Javier Milei aceptó la renuncia presentada por Nicolás Posse a la Jefatura de Gabinete de Ministros«, indicaron en un comunicado de la JGM y dijeron que la decisión había sido tomada por «la diferencia de criterios y expectativas en la marcha del Gobierno y las tareas encomendadas». Minutos después salió el comunicado de la oficina de la presidencia en el que agregaban que «Guillermo Francos asumirá el cargo de Jefe de Gabinete de Ministros con el objetivo de brindar mayor volumen político a la Jefatura de Gabinete«. Allí también se consignó que la Jefatura absorberá las competencias del Ministerio del Interior en una «Secretaría de Interior», que quedará a cargo de Lisandro Catalán. Hasta el momento, Catalán se desempeñaba como secretario del Interior del ministerio que conducía Francos.
En el escrito que Posse difundió antes de retirarse del cargo, consignó que él «continuará acompañando, como desde el primer día, las ideas de la libertad, la defensa de la vida y la propiedad y el proyecto de una Argentina libre impulsado por el Presidente Milei. Lo hará desde un nuevo rol, que será dado a conocer en los próximos días», algo que no mencionó el comunicado que luego difundió la oficina del Presidente. Esta semana, aclaró Posse, «se avanzará en una transición ordenada junto al Ministro del Interior, Guillermo Francos, quien asumirá el rol a cargo de la Jefatura de Gabinete de Ministros», y cerró el comunicado con un irónico «fin», tal como lo hace en todos sus tweets el vocero presidencial, Manuel Adorni.
El presidente Milei, en tanto, aceptó la renuncia y a las 22.30 se subió a un avión con destino a Silicon Valley, San Francisco donde se reunirá en los próximos días con empresarios del sector tecnológico. Allí estará hasta el viernes, cuando emprenderá el regreso con una escala en El Salvador para participar en la asunción del segundo mandato del Presidente de ultraderecha, Nayib Bukele. «No va a cambiar su agenda», respondían en Casa Rosada tras el anuncio del desplazamiento de Posse.
Al cierre de esta edición, uno de los interrogantes que aún quedaban sin responder estaba vinculado a qué pasará con la Agencia Federal de Inteligencia. La eyección de Silvestre Sivori, un hombre de Posse, ocurrió después de la renuncia del jefe de gabinete. Así lo confirmaban en Balcarce 50 y adelantaban que la definición saldría reflejada en el Boletín Oficial. Todavía, sin embargo, no tomó una decisión definitiva el titular de Asuntos Estratégicos, el brigadier Jorge Antelo, que respondía a Sivori y Posse. Las dudas giraban sobre quién va a quedar en esos puestos.
Otro interrogante es qué puesto tomará en esta reestructuración del gabinete Federico Sturzenegger, cuyo próximo ingreso al gabinete ya fue confirmado por Javier Milei en una entrevista televisiva que dio la semana pasada. Una de las posibilidades es que LLA cree un nuevo ministerio o secretaría vinculado a la desregulación del Estado y que el titular sea el expresidente del Banco Central durante la gestión de Mauricio Macri.
Posse, que trabajó como ejecutivo en Aeropuertos Argentina 2000, era un hombre de extrema confianza de Javier Milei. La salida del gabinete, sin embargo, –si bien se aceleró– no fue sorpresa para nadie. Hacía semanas que en Casa Rosada venían cuestionando su figura, y la idea de su eliminación del gabinete la venía madurando Milei junto con su hermana y el asesor de su extrema confianza, Santiago Caputo.
En la última semana, de hecho, el presidente habíaasegurado que, tras el desenlace de la ley Bases, habrá una revisión de resultados y también una evaluación de todos los ministros. «Usted cuando gestiona tiene hitos, el primer hito de este gobierno es el desenlace de la ley Bases, marcado ese hito, tenemos que hacer una evaluación de resultados. No solo Posse, sino todos los ministros», había expresado en una entrevista a LN+.
Tras esas declaraciones, Milei tuvo gestos muy explícitos que marcaron su enfrentamiento con Posse. El fin de semana, si bien el exjefe de gabinete estuvo en el tedeum del 25 de mayo y luego viajó con el resto de los ministros a Córdoba, Milei se encargó de hacerle diversos desplantes. En la catedral Metropolitana, tras las palabras del arzobispo Jorge García Cuerva, cuandocuestionó a los funcionarios por los aumentos de sueldo que se autoasignaron y les dijo que «el odio favorece la desintegración y la fragmentación social«, Milei fue a saludar con un beso a cada uno de los funcionarios y esquivó a Posse, a quién hasta último momento no había sido invitado al evento –él ya no había participado del show que Milei dio en el Luna Park la semana pasada con motivo de la presentación de su libro–. En Córdoba, Posse tampoco fue mencionado por el Presidente cuando agradeció a los presentes. Su eyección del gabinete sería cuestión de días.