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Milei ya no tiene quien lo defienda

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Hay jóvenes votantes que empiezan a volver al hogar paterno: sus ingresos ya no permiten alquilar. El futuro, más dudoso.

Por Marcial Amiel / PÁGINA 12

Hasta el núcleo duro libertario, compuesto mayormente por jóvenes menores de 35 años, sin responsabilidades familiares, empieza a ponerle un límite a su apoyo al gobierno, algo que no se observaba un mes atrás.

El dato surge del informe del último grupo focal realizado por la encuestadora Proyección, de los matanceros Santiago Giorgetta y Manuel Zunino, realizado entre el 21 y 22 de septiembre pasado. Los grupos fueron integrados por votantes de Milei de los tres turnos electorales, de ambos sexos, con representación de CABA, GBA, La Plata, Mar del Plata y otras provincias en menor medida.

Desde hace algunos meses, Proyección realiza una serie de grupos focales con votantes de Milei, de distintas edades, para dar cuenta de su evolución, conforme se profundiza la crisis social y económica.

En las primeras ediciones, los investigadores notaron que estos se dividían entre “críticos”, aquellos que ya manifestaban su hartazgo frente a la situación económica, y “convencidos”, los que creen o creían que el sacrificio actual traerá como recompensa un futuro venturoso.

La dinámica de aquellos encuentros era que, cuando los primeros se quebraban, se enojaban y hasta mostraban cierto arrepentimiento, los segundos intentaban contenerlos o convencerlos de persistir en el sacrificio.

Sin embargo, en la última edición, fueron más los «críticos» y los «convencidos» sólo atinaron a guardar un respetuoso silencio. Es decir que Milei ya no tiene quien lo defienda. Por este motivo, decidieron hacer un primer estudio exclusivamente con votantes núcleo duro, que empiezan a ser alcanzados por la duda.

En conversación con Buenos Aires/12, Giorgetta aclara que los estudios fueron hechos antes de la marcha universitaria y del veto presidencial. Ocurre que en los grupos focales los facilitadores presentan un guión o repertorio de temas y luego evitan intervenir o reducen sus intervenciones al mínimo, para no alterar ni entorpecer la dinámica.

Lo que surgió como preocupación reiterada es la cuestión de la vivienda. La mayoría de estos jóvenes tienen cada vez más problemas para hacer frente al alquiler. Por eso oscilan entre buscar otro trabajo que les permita mejorar sus ingresos o volver al hogar familiar, lo que en todos los casos es leído como involución o fracaso, pero fuente de alivio económico.

Giorgetta explica que esa misma expresión se repitió en varias ocasiones. “Ese es el límite para este segmento: volver a la casa paterna. Dejarán de creer en Milei cuando tengan que abandonar su vivienda. A la vez, pueden hacerlo porque no tienen hijos a su cargo”.

“Preocupación por lo que estamos viviendo hoy y de incertidumbre por lo que vendrá, porque no sabe si lo que va a venir es peor o mejor, pero yo siento personalmente que venimos en bajada, mi situación es cada vez peor, estoy buscando tener otro ingreso”. afirma uno de los textuales.

“Si esto no cambia, la posibilidad más cercana que me sale es irme a vivir con la mamá de mi pareja o con mis viejos, y bueno, ahí ahorraría el alquiler, yo sé que esas puertas las tengo abiertas, pero creo que sería como el gran cambio drástico que haría”. “Si bien la inflación está bajando, pero como que las cosas no tienen un piso, mi preocupación más grande es el tema del alquiler, aumenta de forma brutal”. sostienen otros.

Es la universidad

En simultáneo, se conoció otro estudio, en este caso de Reyes Filadoro, titulado «Encuesta sobre expectativas de movilidad social en el conurbano bonaerense», realizado sobre una muestra de 800 casos, con un margen de error de 3,5 puntos.

De acuerdo al informe, el 78 por ciento de los habitantes del conurbano se define como de clase media baja o baja y el 77 cree que la educación es el factor más importante de movilidad social ascendente.

La próxima edición de los focus de Proyección, ya que se trata de una serie que repite, mes a mes, la misma metodología, dará cuenta de cuánto golpeó el conflicto universitario al núcleo duro oficialista.

Siempre de acuerdo al estudio de Reyes Filadoro, el segundo indicador que define la pertenencia a la clase media, detrás del nivel de ingresos, es la vivienda propia. Pero, en el universo de los que no la tienen, que supera los dos tercios, sólo el 20 confía en que accederá a ella y el otro 80 cree lo contrario. El dato es coherente con la preocupación recogida en los focus de Proyección. Los jóvenes dejan de alquilar, pero no porque compren.   

Expectativa no, ilusión

Giorgetta agrega, para completar el escenario de caída, otro dato relevante: “los que antes tenían expectativas de una mejora económica en un futuro no tan lejano, ahora tienen ilusiones. No es lo mismo”.

Para el consultor, las expectativas están ancladas en datos reales y comprobables mientras que las ilusiones están en un plano más vinculado a los deseos y los sueños. “Yo puedo tener la ilusión de ganarme el Quini, no la expectativa. Eso es lo que pasa ahora con las promesas de Milei. Se ven cada vez más lejanas y con menos sustento”.

El alejamiento de las expectativas de mejora tiene que ver con un análisis que comparten varios economistas. Las recuperaciones pronunciadas luego de una recesión suelen apalancarse en uno o más factores entre una lista de cuatro que hoy no aparecen en el menú oficial. 

Ellos son: el aumento de la demanda agregada a partir de una política que apunte a la recomposición salarial, que no está en los planes del gobierno; el aumento del gasto público para salir del parate; un aumento de la inversión difícil de imaginar en un contexto altamente recesivo; y la suba de las exportaciones, en peligro porque el actual valor del dólar les resta competitividad.

Consultado acerca de si el segmento reconoce esta diferencia o confunde ambos conceptos, Giorgetta trae a la conversación un dato de la campaña presidencial de EEUU en 2016. “Hillary Clinton acusó a los trumpistas de haber estudiado en la universidad de los ignorantes. Ellos tomaron la frase y la convirtieron en bandera. Acá hay algo de eso”.

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