Cine y Cultura
STING: ARAÑA ASESINA
CINE TEATRO ESPAÑOL (vie 20 y lun 23 de diciembre):
22:00 Hs. STING: ARAÑA ASESINA (2D doblada)
Los días viernes 20 y lunes 23 de diciembre se exhibe el film de terror del guionista y director Kiah Roache-Turner. Charlotte es una joven rebelde de 12 años apasionada por los cómics que descubre a una pequeña araña que cayó desde el cielo en un huevo. Decide adoptarla y nombrarla Sting. Sin embargo, a medida que Sting comienza a crecer rápidamente, su apetito se intensifica. Poco a poco, las mascotas de los vecinos y las propias personas de su edificio comienzan a desaparecer misteriosamente. Pronto, la situación se vuelve más peligrosa cuando la araña alcanza proporcionas monstruosas.
Género: Terror
Origen: Australia
Título original: Sting
Año: 2024
Formato: 2D
Duración: 1 hora, 32 Min.
Calificación: Apta para mayores de 13 años
Ficha Técnica:
Guión y dirección: Kiah Roache-Turner
Producción: Jamie Hilton, Miguel Pontin, Chris Brown
Música: Anna Drubich
Fotografía: Escudo de Brad
Montaje: Lucas Doolan, Kiah Roache-Turner
Reparto:
Ryan Corr (Ethan), Alyla Browne (Charlotte), Penélope Mitchell (Heather), Noni Hazelhurst (Helga), Robyn Nevin (Gunter), Silvia Colloca (María), Danny Kim (Erik), Jermaine Fowler (Frank), Tony Black (oficial Miller), Jett Berry y Kade Berry (el bebé Liam)
Una noche tormentosa en la ciudad de Nueva York, un objeto misterioso se estrella en un apartamento en ruinas, revelando una araña extraña. Descubierta por Charlotte, una niña de 12 años, la araña, llamada Sting, crece rápidamente y desarrolla un insaciable apetito por la sangre. A medida que vecinos y mascotas desaparecen, los residentes se dan cuenta de que están atrapados y siendo cazados por la monstruosa criatura. Charlotte, aislada y a la vez lidiando con problemas familiares, se convierte en la única que puede detenerla. La película toma la idea de un ataque arácnido para analizar varios temas al sustrato. Más efectiva como oscura comedia terrorífica que como una cinta típica del género, es también una rara visión acerca del miedo profundo y los impulsos primitivos.
Durante algunas secuencias, todo parece resumirse a silencios densos y la sensación de que una tragedia tenebrosa está a punto de ocurrir. Mucho más, cuando la insinuación se convierte en una evidente metáfora acerca de la maldad que se alimenta a sí misma. Lo que comienza por lo que parece un acto de bondad de Charlotte, la niña que decide brindar hogar al futuro monstruo, pronto se convertirá en la puerta abierta a una aberración tenebrosa.
“Cualquier cosa con ocho patas me asusta”, dice Kiah Roache-Turner, quien entrega aquí su tercer largometraje. “Tengo una reacción visceral a las arañas. No puedo respirar, es como si tuviera un ataque de pánico. Es una auténtica fobia. Irónicamente, la araña de nuestra película es negra y grande, mucho más grande de lo normal. Básicamente tomé mi peor pesadilla y la magnifiqué muchísimo. Creo que las mejores historias son las personales. Si eres un director de terror, la mejor manera de contar una historia es encontrar lo que más te asusta y ponerlo en la historia. Y lo que a mí más me asusta es la idea de una araña del tamaño de un Pitbull terrier”.
Uno de los puntos más intrigantes de esta reconfiguración de la fobia a las arañas es enlazar el temor con el impulso primitivo de temer a las arañas. La película umple ese miedo infantil e impreciso, para convertirlo en centro de la trama. En especial, a medida que la araña titular comienza a devorar con asombrosa rapidez todo a su paso. La cámara la sigue como si se tratara de un asesino en serie y no un monstruo de efectos prácticos. Las tomas oscuras, llenas del polvo del entorno o de la luz desigual, de ventanas rotas o entreabiertas, la muestran avanzando en medio de un enredo de patas, nunca graciosas ni mucho menos artificiales.